La crisis sanitaria del COVID-19 ha trastocado los planes de negocio de un gran abanico de empresas. Bajada de consumo, cancelaciones de activos, retrasos de otros y recortes presupuestarios, sobre todo en los departamentos de marketing y comunicación. Ninguna se salva, pero algunas no solo resisten mejor que otras, si no que incluso se puede llegar a decir que 2020 será un buen año. Entre ellas, se encuentra la industria del gaming.
El sector ha sufrido algún revés como la cancelación del E3, el mayor evento de la industria, y retrasos o modificaciones en el calendario de las grandes distribuidoras. Pero en términos generales, si tenemos en cuenta el anuncio de la nueva generación con PS5 y Xbox Series X, el asentamiento de Nintendo Switch con más de 50M de unidades vendidas o el crecimiento de la base de jugadores con plataformas como STEAM batiendo records de jugadores online, el año está siendo incluso positivo para la industria de los videojuegos y, por extensión, para todos aquellos que ven en ella un “nuevo” territorio para conectar con sus consumidores.
Durante los últimos años, la industria, gracias a los buenos números de los eSports, ha atraído las miradas de empresas y marcas de todo tipo. Más allá de patrocinios, el gaming tiene un potencial enorme para que las marcas conecten con su público objetivo a través de la creación de contenido relevante en formato in-game. De esto sabe mucho Epic Games gracias a Fornite y a sus grandes eventos: conciertos Marshmello y Travis Scott, con más de 10 y 12M de jugadores cada uno; experiencias “crossgame” con los skins de Borderlans; el estreno de la última película de Star Wars o el próximo evento de Tenent, la nueva de Nolan.
A diferencia de otros formatos de ocio, el gaming por su propia naturaleza es más inmersivo. Esto hace que el tiempo de interacción y la atención puesta por los usuarios sea más elevada. Y es precisamente por eso que las acciones de branded content in-game pueden ayudar a las marcas a ganar relevancia. Ya se han visto casos de éxito como Nintendo, usando su juego Super Smash Bros para “revivir” sagas que estaban olvidadas a través de la inclusión de personajes y dinámicas tanto de IP propias como de Third Parties. Otro buen ejemplo de ello es la de Monster Energy en Death Stranding, donde los jugadores pueden interactuar con la bebida energética a través de una acción in-game que tiene sentido dentro de la narrativa del juego.
La nueva generación de consolas, avances tecnológicos como el 5G, los números crecientes de la industria, los videojuegos facturan más que la industria del cine y la música juntos, convierten al gaming en un territorio a tener en cuenta por parte de directores de marketing y comunicación a la hora de desarrollar sus planes. Y, sin duda, las acciones de branded content in-game se postulan como una de las más interesantes para las marcas por su capacidad de conectar con el consumidor de una forma diferencial e innovadora.
Harris Castillo Director de cuentas de apple tree y Director de Contenidos de SEEDS