En estos momentos, la presión de las compañías es mayor y están adaptando sus estrategias para conseguir -precisamente- mejorar sus resultados de negocio en un momento de incertidumbre para la economía, marcada por la inflación y las últimas subidas de los tipos de interés.
Recientemente Warc ha publicado The Future of Strategy 2023, un estudio global elaborado mediante encuesta con insights de casi mil consultores estratégicos de marketing. Según esta investigación, mientras que las duras condiciones económicas continúan mermando los presupuestos de los clientes, los niveles de optimismo se encuentran bajos y la valentía de los clientes disminuye.
La solución, como han demostrado las campañas más exitosas de los últimos tiempos, está en la creatividad. En APPLE TREE tenemos claro que la buena creatividad vende, construye marca y ayuda a mejorar los resultados empresariales. Es una ecuación simple, pero que necesita de líderes valientes que apuesten por ideas que desafíen el status quo y que conecten con las personas. En definitiva, lo que quieren los anunciantes es ver crecer su negocio. “El origen de la comunicación comercial no tiene otro fin que ayudar a las empresas a vender más, a conseguir alcanzar sus resultados de negocio”, aseguraba recientemente Jaime Lobera, Socio y Director de estrategia de APPLE TREE en una columna para El Debate.
Está claro, por tanto, que no es momento de doblegar el esfuerzo en marketing y comunicación, sino todo lo contrario. Otro estudio reciente, este de la Asociación de Marketing de España, aseguraba que el 41 % de los CEOs mantendrían la inversión en marketing y un 28 % la aumentarían, frente al 31 % que la recortaría en caso de tener que ajustar presupuestos en un momento de crisis. Así que parece que hay lugar para el optimismo.
Los responsables de marketing están tomando posiciones de interés para los CEO en un momento en el que las compañías buscan el crecimiento del negocio como una de las máximas prioridades, por lo tanto, estos profesionales están en una situación de ventaja, siempre y cuando sepan demostrar su valor.
“En la moderna era digital que estamos viviendo, la industria se ha volcado aún más en la medición de cada una de las fases que atraviesa el consumidor o cliente por el proceso de decisión de compra de un producto o servicio- explica Jaime Lobera-. Hoy podemos medir todas esas fases: a cuánta gente se impacta con las campañas, cómo se crea el conocimiento de un producto o servicio y su marca, su consideración dentro del set de posibles opciones que tiene el cliente, cuándo se produce la venta efectiva, y su posterior nivel de recomendación y repetición. Podemos saber cuántos clientes perdemos en cada una de esas fases o niveles del funnel de compra, y lo más importante, cómo actuar para recuperarlos y mejorar nuestros índices de conversión en cada una de ellas”, añade Lobera.
De esta manera podemos saber de modo muy preciso el coste de adquisición de cada cliente, su valor a lo largo de todo su ciclo de vida, y por tanto el retorno sobre cada una de las inversiones que se dedican a la comunicación. Así, el Director de estrategia de APPLE TREE concluye: “Estamos en la era del marketing de precisión, donde casi todo se puede medir, testar, mejorar y optimizar”.