En un entorno marcado por la evolución tecnológica, la conciencia social y el cambio climático, el perfil del consumidor está experimentando una transformación sin precedentes. Desde APPLE TREE hemos analizado las principales tendencias que marcarán el comportamiento del consumidor en 2025, a partir del Informe de Tendencias de 2025 | AECOC Shopperview realizado por La Asociación de Fabricantes y Distribuidores para ayudar a las marcas a anticiparse y conectar de forma más relevante con sus audiencias: 

1. Ahorro inteligente 

El consumidor actual busca optimizar sus compras, gastando con control y activando mecanismos de ahorro. Según el Informe de Tendencias 2025 de la AECOC Shopperview, hay una clara disminución en las compras impulsivas, mientras que la tendencia a acumular productos en casa va en aumento.  

Además, aunque han reducido el tamaño de sus cestas de la compra, la frecuencia con la que compran ha crecido. Del mismo modo, los consumidores también están combinando marcas —premium y blancas— para equilibrar calidad y precio, buscando lo mejor de ambos mundos. 

2. Digitalización del consumidor 

Las compras online ya no son solo una alternativa, sino una parte esencial del hábito de compra. El 75% de los hogares compran online productos de gran consumo al menos una vez al año.  

En este sentido, Internet se ha convertido en un espacio ideal para encontrar ofertas y promociones, acceder a un mayor surtido de productos y recibir cómodamente los productos en casa, además de fomentar la compra en mayores cantidades y probar nuevos productos si hay descuentos o campañas atractivas. 

3. Conveniencia en la compra 

La inmediatez es cada vez más valorada, aunque muchos consumidores siguen confiando en sus establecimientos de confianza para compras mayores o productos frescos, crece la compra en supermercados pequeños, tiendas de barrio o incluso gasolineras, pero suele ser para compras más rápidas.  

4. Recuperación de la confianza del consumidor 

La confianza del consumidor está aumentando debido a que la inflación ha afectado al poder adquisitivo, pero no al empleo. Aunque el poder adquisitivo sigue ajustado, hay señales claras de que la economía de los hogares se está estabilizando. 

5. Nuevos momentos de consumo 

La forma en que se consume está cambiando, cada vez más, crece el interés por cocinar en casa, así como la demanda de platos preparados listos para consumir, especialmente entre la generación Z.  

Además, las degustaciones en punto de venta ganan popularidad para descubrir nuevos productos, y el consumo es cada vez más diurno, con más “tardeos” entre semana y fines de semana. 

6. Compra sostenible 

El compromiso ambiental del consumidor es cada vez más firme. Un 80% de los consumidores prefiere productos sostenibles. Con relación a este aspecto, la conciencia sobre el cambio climático ya se refleja en el comportamiento de compra, con una clara demanda por parte del consumidor de reducir envases y aumentar la compra a granel.  

7. Indulgencia y valor 

Aunque la preocupación por la salud y el bienestar sigue siendo clave, los consumidores también se permiten disfrutar sin culpa. El 86% afirma que se da caprichos ocasionales, especialmente en celebraciones o momentos especiales fuera del hogar.  

8. Innovación en la cesta de la compra 

La curiosidad del consumidor sigue viva. Dos de cada tres consumidores han incorporado recientemente productos nuevos que no habían probado nunca a sus compras.  

Los consumidores siguen interesados en novedades, especialmente si viene acompañada de una promoción o descuento, y suelen seguir dos tendencias clave: el placer y la mejora de la salud.  

9. IA en la experiencia de compra 

La inteligencia artificial está comenzando a transformar el consumo, según el Informe de Tendencias 2025 de la AECOC Shopperview, aunque a la mitad de la población le preocupa su avance, el 18% usa ChatGPT para decidir qué productos comprar, principalmente la generación Z, y el 75% cree que la IA traerá beneficios en los procesos de compra.  

En definitiva, en 2025, el consumidore será más exigente, consciente y emocional que nunca. Las marcas deberán ir más allá del producto, entendiendo profundamente a sus consumidores, adaptando sus propuestas de valor y construyendo relaciones basadas en la confianza, la sostenibilidad y la tecnología.